¡Te enseño a leer mas rápido! [ Mejora tu lectura] ~ Tengo de Todo

miércoles, 16 de enero de 2013

¡Te enseño a leer mas rápido! [ Mejora tu lectura]

EMPECEMOS














Es una técnica imprescindible en la era de la información, del conocimiento y de Internet.Es una metodología que permite:

Incrementar la velocidad de lectura hasta en un 300%, aumentando consecuentemente el nivel de comprensión...
Erradicando hábitos negativos de lectura, trocándolos por otros nuevos y más convenientes.
Poniendo la lectura a tono con nuestro tiempo: mayor velocidad y comprensión, mínimo esfuerzo y máximo rendimiento.








Emplear tu tiempo de la mejor manera posible no sólo significa leer rápidamente, sino también satisfacer tus necesidades de comprensión del material. Por tanto, si quieres obtener todos los beneficios posibles de tu tiempo de lectura, debes aprender a leer de manera más inteligente, y no sólo más rápida.


DOS CLASES DE INEFICIENCIA

A las personas que leen una novela en diez minutos, pero no pueden explicar ni siquiera brevemente su trama, no se los puede considerar buenos lectores, son inefectivos. Por otra parte, los que pueden explicarle cualquier cosa sobre la novela, pero necesitan dos meses para leerla, tampoco son buenos lectores, son ineficientes.






Recoger los beneficios de una lectura más rápida implica siete requisitos:


1. Deseo de mejora. Un deseo sincero es esencial para cualquier mejora.





2. Creer que es posible mejorar. Lo peor que se puede pedir a cualquier instructor es: “Enséñeme lo imposible”. Debes creer que es posible. Puedes no saber cómo, pero debes creer que existe una manera. Puede que tengas amigos que hayan seguido un curso de lectura rápida o que son lectores rápidos por naturaleza. Si es así, has tenido una experiencia de primera mano sobre las posibilidades de leer y comprender a un ritmo mucho más elevado.





3. Seguir todas las instrucciones cuidadosamente. El método de enseñanza ha sido resumido a los elementos vitales de una buena lectura dinámica. Cualquier desviación u omisión de las instrucciones o lecciones dañaría tu capacidad para poner en prácticas las técnicas descritas.





4. Competir contigo mismo/a. Trata de mejorar con cada ejercicio. Cada persona que lea este curso empezará a un nivel distinto. Por lo tanto, compite sólo contigo mismo. Haz de cada ejercicio otro escalón hacia una escritura mejorada.





5. Adoptar un enfoque sistemático para la lectura. Al comenzar con cada sección, busca la organización y asegúrate de que comprendes lo que se te pide que aprendas o hagas. Estudia y practica las técnicas de manera sistemática y coherente.





6. Evitar la tensión. En los ejercicios de velocidad, hay personas que se ponen algo nerviosas: la tensión puede afectar negativamente a la comprensión. Obviamente, la comprensión disminuye si estás nervioso mientras haces los ejercicios. Recuerda, se puede estar mentalmente atento a la vez que físicamente relajado.





7. Practicar. Porque la única manera de sustituir toda un vida de viejos hábitos de lectura es comprender y reforzar los nuevos hábitos. De otro modo, podrías recaer con facilidad en tu vieja manera de hacer las cosas, algo bastante comprensible, puesto que los viejos hábitos son confortables y familiares. La única manera de hacer que los nuevos hábitos sean confortables y familiares es reforzarlos mediante su puesta en práctica.

Comprométete contigo mismo a hacer realidad ese tipo de mejora en tu vida de estudiante, aprendiendo lo que puedes hacer para leer más rápida e inteligentemente.









Los lectores eficientes leen el material aproximadamente de 3 a 5 veces más rápido que el lector medio.


• En principio, tienen un movimiento de ojos suave y rítmico mientras van avanzando a lo largo del material, con pocas regresiones - o relecturas del material. Sus ojos siempre están en el lugar previsto, en vez de ir vagando por la página.


• También tienen una amplia zona de enfoque sobre las palabras.


• Además han reducido su nivel de subvocalización- decirse a ellos mismos la palabra- a un mínimo.








La pregunta no resulta obvia si se piensa que hace cincuenta años que Psicólogos y Pedagogos están estudiando los mecanismos de la lectura y los medios para mejorarla.


El hombre de la Edad Media, jamás superó la velocidad de 35 kilómetros por hora en sus precarios carruajes. Su capacidad de lectura era de 100 palabras por minuto y su comprensión y retención eran escasas.

Hoy el hombre usa trajes espaciales, se precipita a razón de 30.000 kilómetros por hora a la conquista del universo. Sin embargo, su sistema de lectura es similar al de la Edad Media... sigue leyendo a razón de 150 palabras por minuto.







La lectura es un proceso complejo que consiste en un movimiento adecuado de los ojos, para percibir el material impreso y, posteriormente, un proceso mental que transforme los símbolos en significado.

A continuación, analizamos cada uno de los elementos que intervienen en la lectura convencional.




Lectura que nos enseñaron en la escuela.




Lectura veloz








El buen movimiento de ojos es esencial para una lectura eficaz. Los ojos pueden ser entrenados para mejorar la eficiencia de la lectura, como los dedos pueden ser entrenados para mejorar el tipeado. Cuando se lee, los ojos no se desplazan suave y firmemente a través de la página. Se mueven dando saltos. Los ojos hacen una pausa, se mueven velozmente, hacen otra pausa y vuelven a desplazarse velozmente. Durante las pausas es cuando uno ve las palabras. Un buen lector ve muchas palabras en cada pausa. Un mal lector ve una sola.

Obviamente, a mayor cantidad de palabras que un lector ve, disminuye la cantidad de pausas y aumenta la velocidad de lectura. El ejercicio de movimiento de ojos favorece el entrenamiento para moverlos correctamente a través de las líneas : leer un grupo de palabras, hacer una pausa ; moverlos rápidamente a otro grupo de palabras. Si los detenemos más de una vez por grupo de palabras, incrementa levemente la velocidad de los ojos. Esto obliga a fijar la vista una sola vez por grupo de palabras.

Continúa practicando estos movimientos y estarás en camino de convertirte en un lector eficiente.










Las investigaciones y las estadísticas han demostrado una y otra vez que cuanto más rápido se lee –por supuesto, hasta cierto límite- mejor es la comprensión.

Para comprobarlo tú mismo/a, lee la siguiente afirmación tal cual está, registrándola ‘lenta y cuidadosamente’ y procurando el máximo de comprensión:



La lec tu rá pi da es me jor pa ra la com pren sión que
la lec tu ra len ta.



¿Difícil? ¡Por supuesto! Porque el cerebro no está diseñado para leer a una velocidad tan lenta. Leer lenta y cuidadosamente alienta al cerebro a leer más y más lento, con menos comprensión y mayor fatiga.

Mira ahora la próxima frase, pero esta vez lee las palabras tal cual están agrupadas:



Se ha descubierto que el cerebro humano con la ayuda

de los ojos asimila información más rápidamente cuando

la información está convenientemente reunida en grupos

con significado.



El cerebro trabaja de manera mucho más cómoda a velocidades de 400 palabras por minuto y más.

El aumento de la velocidad conduce, por lo tanto, a un incremento automático de la comprensión, porque la información se organiza en grupos con significado y el cerebro comprende así de inmediato.

Por lo tanto, para mejorar la comprensión es necesario que nos ejercitemos en leer ideas, no palabras. Tenemos que captar las ideas, la estructura y el sentido del texto, y no las palabras. El proceso que siguen los niños en la lectura es: ver - pronunciar - oír - comprender. La lectura de un adulto debe consistir en ver y comprender.

A buen entendedor...



Aplicando el mism conc pto a la lect ra, se per ibe que no se

nece i an to as las letr s p ra id ntificar as pal bras en un t xto.







Si consigue leer las primeras palabras, tu cerebro descifrará el resto.








La lectura no es una actividad continua. Los ojos deben detenerse para leer.

Los experimentos realizados sobre la percepción visual, por medio de aparatos perfeccionados, han demostrado que los movimientos del ojo son discontinuos, es decir, que el ojo, para leer, recorre la línea realizando una serie de saltos y pausas. La lectura sólo se produce durante las pausas. Estas pausas son irregulares en cuanto a su número y duración. Varían según los individuos y también según el objetivo de la lectura.

A estas pausas las denominaremos ‘Descanso de Ojo’.






Otra característica derivada de la anterior, es que el avance en la lectura se produce a saltos que oscilan de izquierda a derecha. Denominaremos este salto: ‘Salto de Ojo’. Y aquel lugar donde la vista se detiene para leer lo llamaremos ‘Punto de Fijación’.

Si quieres verificar estos saltos personalmente, pídele a una persona que tome un libro o un escrito cualquiera y que coloque la parte superior de la página a nivel de sus ojos, a una distancia normal. A medida que la persona lee, observemos sus pupilas, y veremos que éstas hacen pequeñas pausas, ligeros movimientos hacia atrás, el movimiento no es continuo, hacia adelante. Estas son las fijaciones que el todo lector hace.






Si el número de fijaciones es mayor, la lectura será lenta. Debemos acostumbrarnos a fijarnos en grupos de palabras, y no palabra por palabra.




Leer palabra por palabra equivale a hacer una fijación por cada una. La velocidad de lectura no pasará de 150 palabras por minuto.




Ahora se han hecho tan sólo tres fijaciones. El lector alcanzará una velocidad de 350-400 palabras por minuto.




Leído el renglón en dos fijaciones, alcanzará una velocidad de 500 palabras por minuto.






Al terminar el renglón, la vista debe realizar un retroceso para comenzar con el siguiente. Definiremos este movimiento como: ‘Movimiento de Retorno’.

Es decir, que la vista se fija en cada palabra del principio al fin de la línea, y luego realiza un movimiento rápido de regresión para retomar la línea inmediata inferior, y así sucesivamente.






Un hábito común es el de volver atrás para leer, hábito que titularemos ‘Regresión’.

Además de los movimientos atrás, que se hacen para retornar a la línea inmediata inferior, existen otros, también hacia atrás, que demuestran que la persona ‘relee’ ciertas partes o palabras. Este hábito o costumbre se nos ha quedado desde los primeros años escolares. Hay necesidad de superarlo si de verdad queremos progresar en la lectura.

Existen algunas causas por las cuales solemos hacer regresiones:






Las palabras pueden ser conocidas, desconocidas o dudosas. Estas últimas son las principal causa de las regresiones. No es correcto que asimilemos las palabras dudosas a las que ya conocemos. Se pueden correr riesgos. En todos los casos, es preferible consultar el diccionario, recurso imprescindible en el trabajo intelectual y el estudio.




En la lectura es frecuente confundir palabras más o menos parecidas o letras también parecidas: ‘pradillo’ por ‘ladrillo’, ‘milla’ por ‘silla’, o viceversa ; ‘p’ por ‘b’, ‘p’ por ‘q’, ‘d’ por ‘b’, ‘m’ por ‘n’, etc.






‘Campo Visual’. Puede definirse como todo aquello que logra observarse al detener la mirada en un Punto de Fijación. Nuestros ojos poseen dos tipos de visión: una central y otra lateral o periférica.





La visión central es limitada, corta; en cambio, la visión periférica tiene una amplitud angular más grande; casi 180°. En la lectura debemos aprovechar al máximo los dos tipos de visión.

En realidad, el foco central sólo precisa del 20% del sistema ojo/cerebro, mientras que el foco periférico utiliza nada menos que el 80%.






¿Por qué un porcentaje tan alto? La razón es que casi todos los hechos que tienen lugar en el universo ocurren alrededor de nuestro foco central, y es vital para nuestra supervivencia que el cerebro esté al corriente de todos los cambios que se producen en nuestro entorno para dirigirnos hacia lo que necesitamos y apartarnos del peligro.

Experimenta por ti mismo/a qué es el campo de percepción visual.






Extiende tus brazos hacia los costados, a la altura de los hombros, tratando de que formen una línea recta perpendicular con tu cuerpo. En esta posición, rota ligeramente tus muñecas dando movimiento a tus manos. Habrás notado entonces que este movimiento puede ser captado por tu vista, aun con tus ojos fijos hacia el frente. Son precisamente los 180° de visión periférica que tienen nuestros ojos los que nos dan esta posibilidad.





Este campo visual puede ser integrado progresivamente a la lectura. Una ejercitación adecuada permite ampliar el foco de visión central y utilizar también fructíferamente el campo de visión periférica para obtener una mayor velocidad de lectura comprensiva.

También nos es posible ampliar nuestro campo de lectura para percibir grupos de palabras.






Cuando nos ejercitamos en ampliar nuestro campo visual, utilizando la visión periférica, podemos entonces afianzar nuestra habilidad para realizar fijaciones más amplias, como se explicó anteriormente.





La velocidad de lectura de una persona habituada a leer en voz alta es de 150 P.P.M. De esto se deduce claramente que si leemos de este modo estamos desperdiciando nuestras posibilidades de aumentar nuestra velocidad; o, más sencillamente, estamos reduciendo nuestra capacidad normal de lectura.

Este. proceso sé llama Vocalización y puede ser de dos clases: consciente o inconsciente.






La vocalización inconsciente es también usual, y es el caso de las personas que no articulan los sonidos sino que utilizan la laringe: hacen vibrar involuntariamente las cuerdas vocales. Este acto reflejo se puede descubrir aplicando los dedos sobre la nuez de Adán, o sea, el cartílago tiroides. Si al leer se percibe cualquier vibración, podemos estar seguros de que asta corresponde a una vocalización inconsciente.




Estos dos tipos de vocalización son muy usados, sin embargo, por una gran cantidad de personas que no emiten sonidos al leer pero los ‘‘sien ten” como si hablaran mentalmente. Este fenómeno se llama subvocalización.

La subvocalización consiste en repetir mentalmente lo que se lee. No se produce ninguna vibración, es decir, no hay ningún sonido; sin embargo, el lector “oye” como una voz dentro suyo.

En el siguiente gráfico veremos ejemplificados los tres procesos:












Para suprimir la subvocalización pueden intentarse algunos de estos tres recursos, mientras vayas realizando los ejercicios aquí propuestas, y mientras leas en general:
















A pesar de que como adultos tenemos la creencia de que leer siendo guiados por el dedo no es conveniente, podemos hacernos estas preguntas: ¿no usamos acaso el dedo, un lápiz o una lapicera cuando buscamos una palabra en el diccionario, o un número en la guía telefónica, o cuando sumamos una columna de números, o bien cuando señalamos un pasaje de un texto al que deseamos que alguien preste atención?

¿No es curioso, entonces, que en distintas situaciones usemos guía cuando leemos, excepto en la lectura normal?

Está demostrado que cuando los ojos siguen una guía, su trabajo es más cómodo y se vuelve más eficaz.
Puedes hacer un ejercicio muy simple que te demostrará el efecto de lo que estamos comentando.







Pídele a una persona que imagine un círculo más o menos de su tamaño, y que luego de imaginárselo lo recorra con la vista. Presta atención cuando haga esto último, observando muy cuidadosamente sus movimientos oculares.

Luego, pídele que siga a tu dedo índice, el cual harás que trace un círculo bien amplio. Es muy probable que veas algo así como lo que muestran estas imágenes:






Utilizar una guía, pues, facilita los movimientos oculares, dotando a éstos de mayor precisión y rapidez.

Lo mejor que puedes usar como guía es un objeto largo y delgado, como un lápiz o una lapicera o un palillo. De esta manera, la guía no bloquea la visión de la página porque se puede ver fácilmente alrededor de ella.

¿Para qué utilizar el movimiento de una guía? Podemos observar cuatro funciones básicas:









Para determinar la velocidad de lectura es preciso tener presente:















Lo que determinará finalmente si la velocidad a la que se lee es adecuada, es la comprensión. Si a medida que lees comprende todo, vas a buena velocidad. Si tu comprensión es deficiente y no sabes cuál es el mensaje del autor o el contenido esencial del texto, debes bajar la velocidad hasta que tu comprensión sea buena. Incluso debes detenerse si no conoces el significado de las palabras, para buscar en el diccionario.





































Dos espectaculares Ebooks en PDF
sobre lectura rápida.






Clic en la imagen para poder descargar.









FIN





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